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Tuesday, September 21, 2010

Un Presente con Esperanza, Un futuro reinventado: La Realidad de la Delincuencia Juvenil



           Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.”
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego

  “Una sociedad que aísla a sus jóvenes, corta sus amarras: está condenada a desangrarse.”
Kofi Annan

Los jóvenes de hoy en día tenemos la oportunidad de una gran diversidad de opciones para trazarnos metas y enardecer nuestro futuro. Hemos tal vez escuchado muchas veces de nuestros abuelos la tan renombrada frase “pórtate bien para que los reyes te dejen en enero”, quizás hasta como una motivación inocente a proveer para nuestras familias y hacer el bien. La realidad es que dichas opciones y posibilidades de un mejor futuro pasan desapercibidas para algunos, y para otros no, pero están siempre allí y las tenemos en frente. Es importante definir que los caminos que conducen a la delincuencia juvenil y causan las mismas, son los malos hábitos que olvidamos adquirir al crecer o que simplemente; aquellos que optaron por las espinas de la delincuencia y la violencia carecieron de los factores más importantes en nuestro desarrollo personal, el cariño saludable y el hábito de una familia. Gracias a la globalización el mundo entero percibe con la gran veracidad que la delincuencia juvenil toma lugar, y nuestro país ha sido testigo del fenómeno que la delincuencia se ha convertido en nuestra sociedad. Como joven dominicana y con el corazón en la mano les exhorto a que analicemos las causas, que evaluemos los casos y entendamos el compromiso que tenemos de elaborar esperanzas y destruir actos de delincuencia con la más importante de las armas la educación.
La delincuencia juvenil hoy más que en el pasado sigue presente destrozando con los pies lo que nuestra juventud Dominicana ha logrado construir con nuestras manos, la esperanza a un mejor futuro. La delincuencia juvenil se esparce no solo en nuestro país sino en nuestro mundo marcando territorio con la creación de pandillas, uso indebido de drogas y violencia en nuestras calles. Por ende, la delincuencia juvenil se convierte en una de las acciones socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley y a las buenas costumbres de  nuestra sociedad o las  creadas por “esos abuelos que nos aconsejan hacer el bien”. Muchos jóvenes involucrados en estos actos violentos y de delincuencia argumentan que la vida no les dio muchas opciones, a causa de una niñez difícil, o carencia de las cosas básicas que el ser humano necesita para vivir. Si esta es la realidad de nuestro mundo, allí es donde nuestras autoridades entran en vigor, a la disuasión de actos violentos y a la fomentación de hábitos que tracen caminos hacia la esperanza de una vida mejor.
          Recordemos con admiración la frase del profesor Juan Bosch “El destino de cada uno está en la educación que se le haya dado. Para que su conducta sea buena, el hombre tiene que ser educado.” Es la mejor manera de interpretar una realidad social, mayormente vemos que la delincuencia juvenil no es más que una deviación de conducta hacia acciones negativas puesto a la ignorancia e inhabilidad de involucrarse en actividades que proveen para sus conocimientos. No es de sabios la creencia que tu clase social define tu personalidad ni las acciones que proyectas como joven, es simplemente lo que optamos elegir y el desinterés por aprender a educarnos. En Republica Dominicana también hemos percibido muchos cambios positivos gracias a diferentes actividades elaboradas por nuestro gobierno que incorporan a jóvenes de toda clase social, y transmite esperanza en cada rincón del país no importando los bajos recursos. Dada la evidencia de los cambios que hemos logrado como país al presentar más oportunidades para nuestra juventud es lo que nos inspira a que la delincuencia juvenil puede ser erradicada y la esperanza de nuestros jóvenes predominara.
            En el año 1995 los gobiernos se comprometieron ante las Naciones Unidas en la resolución (A/RES/50/81) Delincuencia juvenil, de EL Programa de Acción Mundial para los jóvenes, en la cual se elaboro las medidas preventivas en contra de la violencia, y el delito y servicios y programas de rehabilitación para la juventud. La mismas medidas preventivas desarrolladas en esta resolución son aquellas que debemos conservar hoy en día tomando en cuanto los cambios tecnológicos y el impacto de la globalización en nuestra juventud actual. Es importante destacar que en el presente observamos características muy similares de la delincuencia juvenil que la que tomaban lugar en el pasado en nuestros países. A pesar de los cambios logrados por nuestros gobiernos con la ayuda de iniciativas educativas, la familia sigue siendo la institución primaria de socialización para nosotros como jóvenes, he allí donde yace el empeño de crear hábitos que nos conduzcan a futuros esperanzadores y de contribución positiva para nuestras sociedades.
         El uso indebido de las drogas y la violencia conllevan a actos repugnantes de delincuencia juvenil. Es por eso que nuestras sociedades toman una perspectiva de exclusión social para la juventud involucrada a la delincuencia lo cual únicamente logra incrementar la existencia de la misma. Nosotros mismos en carácter de jóvenes optamos por desarrollar prototipos y acciones que conllevan al rechazo, lo cual hace que optemos por los caminos que conducen a la violencia y la rebeldía ante los reglamentos y prototipos que crean la delincuencia. Entonces somos nuestras propias víctimas por perseguir y juzgar las acciones de otros jóvenes sin reconocer que se nos pasa desapercibida nuestras propias acciones y tal vez para muchos en delincuencia tiran a la borda sus propias vidas. Es importante que como sociedad juvenil nos involucremos en las leyes y decisiones que pueden marcar nuestro desarrollo personal. La mejor forma de lograr evadir actos de delincuencia es con el arma de la educación ante nuestras manos. El problema de la delincuencia juvenil se refleja en el futuro de las generaciones venideras, y la preocupación por la infancia del delincuente de hoy es la misma que tendremos para el delincuente de mañana.
            Para disuadir los actos de delincuencia juvenil por lo general se tornan a la idea de la rehabilitación como oportunidad para los jóvenes y no la opción del castigo preventivo. Como joven dominicana entiendo que la oportunidad a la rehabilitación y a un camino de educación y rehabilitación absorbería y adaptaría al joven delincuente a como encajar mejor en la sociedad. No obstante optar por el castigo de la prisión como método de disuasión engrandece la misma atmosfera de delincuencia y disminuye la esperanza de salir del hueco para muchos jóvenes que se ven involucrados en estos actos. Como instrumento a combatir la delincuencia juvenil debemos analizar las causas que conllevan a las mismas y el perfil del individuo involucrado en esta.
            Finalmente los esfuerzos de nuestros gobiernos nunca están demás en cuanto a erradicar la delincuencia juvenil, vivimos en tiempos de crisis social y es necesario adoptar medidas que a su vez incrementan las esperanzas de nuestra juventud. Como joven luchadora dominicana creo que el hábito insertado en nuestros hogares y familias es el punto de vulnerabilidad ante la delincuencia juvenil. Es importante destacar que la esperanza de cada uno de nosotros a un futuro sin violencia, sin actos de delincuencia yace en lo que nuestros padres y familiares nos inculcan a desempeñar como niños jóvenes y futuros padres. Lo que sembramos hoy en día como juventud en equipo, será lo que nuestra juventud del mañana cosechara.

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